Por Jesús Velázquez
Era el año 1998: Jamie Hawlett y Damon Albarn vivían juntos en un departamento en Westbourne Grove, Londres. Jamie Hawlett gozaba el éxito que su cómic “Tank Girl” le había traído; Damon Albarn estaba en un descanso de su banda Blur. A través de Graham Coxon, Hawlett y Albarn se conocieron. En 1998, ambos vivían juntos después de sus rupturas amorosas.
Dentro de su periodo de luto, tanto el caricaturista y el músico poco salían de sus hogares. Damon Albarn compró una televisión de plasma y ambos se sentaban en el sofá y se quedaban horas enteras viéndola, principalmente MTV. Ambos concordaron estar frente al declive de la cultura pop.
Para Jamie Hawlett que la música durante ese periodo estaba vacía y su máximo esplendor estaba en la figura del artista, mas no en su música. Durante ese momento, Hawlett y Albarn pensaron en crear un grupo que se opusiera a la industria musical: optaron por el formato de banda virtual.
Al ver que el físico se sobrepone al trabajo musical, Damon y Jamie crearon “Gorilla” (posteriormente se transformaría en Gorillaz). El formato no era nuevo, históricamente ya estaba The Archies o The California Raisins, pero Gorillaz apareció en un momento de decadencia de la cultura pop.
Así, hace 18 años Gorillaz logró colocar a un montón de caricaturas en los canales de música en los años donde las figuras pop reinaban. El proyecto de Damon y Jamie Hawlett fungió, y hasta el día de hoy como una resistencia contra la plasticidad y superficialidad de la industria musical.