Soy una araña ¿y qué? La nueva serie original de Crunchyroll
Por Susana Silva
Estrenada en 2016, es el décimo sexto largometraje creado por el madrileño Pedro Almodóvar. La historia está dedicada a la muerte desde las dificultades hasta las más vacías pérdidas dentro del entorno familiar.
Raimunda (Penélope Cruz) no puede permitirse olvidar a su madre Irene (Carmen Maura), fallecida en su hogar junto a su padre. Su hermana Sole (Lola Dueñas) se gana la vida de estilista, laborando dentro de su propio departamento. Ambas dedican su tiempo libre para cuidar a la hermana de su madre, tía Paula (Chus Lampreave), que por su vejes no puede sobrevivir por su cuenta.
Raimunda se encarga de trabajar en el aeropuerto de Madrid para mantener a su hija Paula (Yohana Cobo). Mientras que su esposo, un obrero, se queda en casa consumiendo gran cantidad de cerveza y mirando el televisor. Una noche, al bajar del autobús, su hija Paula está esperándola, la sorpresa al llegar al departamento será que Paula asesino a su propio padre por intento de violación.
Con mucha meticulosidad, Raimunda se ocupará de ocultar a su esposo. Entre tanto, Sole le llama para comunicarle que la tía Paula ha muerto. Agustina (Blanca Portillo), es una vecina del pueblo que también cuidaba a la tía. Cuando es velada, Agustina le cuenta a Sole que Irene se apareció en los últimos años de la tía Paula para atenderla. Esa misma noche al llegar a su departamento, Sole cree estar loca por ver el «fantasma» de su madre .
Con la aparición excesiva del rojo y el protagonismo femenino, vincula a ambos como símbolo de fortaleza, deseo, amor y valor. No es raro que Almodóvar no tome como un todo a la mujer, ya que siempre ha estado en su entorno. La muerte toma naturalidad entre los personajes; es más doloroso la pérdida de la tía y la madre ausente que la del propio marido de Raimunda.
Es reiterada la crítica al medio televisivo. Agustina asiste a un programa de talk show para otorgarle la posibilidad de viajar a un hospital en el extranjero y curarse del cáncer, a cambio de contar sucesos íntimos de su vida. Para Almodóvar, el espectador es un consumidor que desea rellenar su tiempo de morbosidad.
El largometraje demuestra la madurez y la experiencia de Almodóvar en su labor cinematográfica, pero también sobre sus experiencias de vida. Es imposible no observar la transformación existente en el guion, el diseño de arte, la fotografía y la dirección actoral que pasa de Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón a Volver.